Santiago de Chile, 13 feb (Prensa Latina) Señalados por distintas irregularidades, los ministros de Economía, Lucas Palacios; y de Justicia, Hernán Larraín, se suman hoy a los titulares del gabinete de Sebastián Piñera cuestionados en las últimos meses en Chile.
El caso más reciente es el de Larraín, considerado responsable de la lentitud en las investigaciones sobre violaciones de derechos humanos en Colonia Dignidad durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El tema fue abordado por un reportaje del canal de televisión alemán Deutsche Welle, el cual denunció que las investigaciones sobre las violaciones cometidas en ese enclave del sur de Chile están prácticamente detenidas y señaló a Larraín como responsable de ello.
Colonia Dignidad fue un asentamiento fundado en Chile en 1961 por el exmilitar alemán Paul SchÃñfer, en la comuna de Parral, una apartada zona del sur del país, y se hizo famosa como centro de detención y torturas tras el golpe de Estado contra el gobierno de la Unidad Popular el 11 de septiembre de 1973.
Ante esa denuncia, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Alejandro Navarro, informó que citará al ministro Larraín a declarar en marzo, cuando el Congreso Nacional reinicie sus sesiones tras las vacaciones.
Navarro dijo que Larraín debe explicar las acciones del Gobierno para que se aclaren los casos de violaciones a los derechos humanos en Colonia Dignidad durante la dictadura de Pinochet.
En respuesta al polémico reportaje, el Ministerio de Justicia emitió un comunicado en el que expuso una serie de gestiones que realiza vinculadas al caso de Colonia Dignidad, aunque significativamente no señaló ningún resultado concreto.
En tanto, el ministro de Economía, Lucas Palacios, salió a relucir esta semana en un caso de corrupción en el Ministerio de Obras Públicas (MOP) en la región de La Araucanía, investigado por la Fiscalía de Alta Complejidad.
El exdiputado de la derechista Unión Demócrata Independiente Gustavo Hasbún menciona a Palacios, en ese momento funcionario del MOP, en un audio en el que habla de hacer favores a un contratista a cambio de dinero.
Palacios negó tajantemente cualquier participación en los hechos denunciados, pero la Fiscalía lo llamó a declarar como testigo en el caso.
Pero Palacios y Larraín no han sido los únicos ministros cuestionados, pues aunque no se han visto envueltos en situaciones de dudosa naturaleza, desde enero varios titulares fueron interpelados en el Congreso Nacional.
Entre ellos figuraron los ministros de Trabajo, María José Zaldivar; de Salud, Jaime Mañalich; de Hacienda, Ignacio Briones, y de Medio Ambiente, Carolina Schmidt.
Unos debieron rendir explicaciones por controvertidas medidas impulsadas por el Gobierno y, otros, por una deficiente gestión en sus respectivas carteras, aunque al final salieron airosos gracias al apoyo de la coalición de derecha y de representantes de algunos veleidosos partidos de oposición.
Y aun queda por delante, a principios de marzo, una interpelación a Isabel Pla, ministra de Mujer y Equidad de Género, cuya gestión es cuestionada por el fuerte movimiento feminista, que insiste en su salida del cargo porque Pla, aseguran, no representa a las chilenas.